Escribí este texto para el catálogo de la exposición Cantos del Hain, realizada por coreógrafo y músico Pablo Esbert y el artista visual Federico Vladimir y basada en sus investigaciones de los rituales practicados por el pueblo amerindio de los selknam y, en específico, de su gran ceremonia del Hain.
Fueron Pablo y Federico quienes me sugirieron acercarme a la antropóloga franco-estadounidense Anne Chapman. Para el análisis del tema, yo rebusqué en las fonotecas para escuchar las grabaciones que había realizado a principios de siglo Charles Wellington Furlong y — ya en 1920 — Gusinde. Ahora bien, mientras que Gusinde solo grabó el canto selknam como un ente anónimo, Chapman sí pareció afanarse en convertir su objeto de estudio en sujeto propio. En concreto, su objeto o sujeto de estudio fue Lola Kiepja, con quién podría decirse que trabó cierta amistad y a la que también dedicaba comentarios que a veces resultan extremadamente maternalistas y condescendientes.
Una tónica que, sin embargo, no es muy distinta al papel que han desempeñado la mayoría de los etnógrafos a lo largo de la historia, en tanto que ignorar el gusto o asumir ciegamente la dimensión política de otras culturas. Pese a todo, el quehacer de Chapman supone también un necesario ejemplo de cambio de época y de escucha, de sentarse junto a la persona que está siendo grabada y escuchar juntas lo recogido. De disfrutar y quedarse conforme, o de no estarlo y tener que volver a repetir la grabación.
*Lola Kiepja murió en el hospital regional de Río Grande, en Tierra del Fuego, el 9 de octubre de 1966. Anne Chapman murió el 12 de junio de 2010 en París.
