En 2014, Andrea Zarza y yo escribimos este artículo dentro del contexto de MASE, un proyecto originado años antes en el 8º Encuentro Internacional de Creación Sensxperiment y que intentaba dar cabida a diversos grupos de investigación, trabajo y acción sobre el arte sonoro en el contexto español. Asimismo, su página web — todavía activa — se presentaba, entre otras muchas cosas, como un espacio de documentación, repositorio y base de datos, y ayudaba a visibilizar las diversas líneas de interés presentes en el proyecto. Una de ellas era, precisamente, la que atendía a los archivos públicos y privados de arte sonoro y, bajo la cual, se encuentra este texto.
En él, Andrea Zarza y hicimos uso de una herramienta de trabajo tan útil como manida, la del cuestionario. Las preguntas, que hicimos llegar a las personas responsables de un listado no cerrado de instituciones, centros culturales y colecciones y archivos personales de arte sonoro, estaban divididas en diferentes partes o temáticas. La primera, con cuestiones más generales como “¿De qué manera se han ido acumulando los fondos?” y cuyas respuestas desvelaron la inestabilidad de base que había en los términos que no dejamos de utilizar una y otra vez: colección, archivo, arte sonoro.
Con los resultados obtenidos, compusimos un texto que aspira a analizar las realidades, esperanzas y problemáticas de esos archivos y colecciones antes preguntados. También, con el interés de poder trazar una suerte de genealogía de lo sonoro en nuestro país. Así, en el artículo recogimos, entre otros, el maravilloso proyecto de José Antonio Sarmiento el Centro de Creación Experimental de la UCLM en Cuenca, el archivo personal de Étika Makinal dentro del Archivo de Artistas Asturianos de La Laboral (Gijón), la Fonoteca de Música Experimental y Arte Sonoro fundada a partir de la colección personal del artista Francisco López en Murcia y que contiene más de mil referencias… También el archivo Sonoscop con obras de música experimental que proceden en su mayoría de los proyectos comisariados por el compositor José Manuel Berenguer, la colección del Audiolab, que formaba parte del ya clausurado Arteleku y, por último, Memorabilia, un proyecto de investigación desarrollado por Anna Ramos en el contexto de Radio Web MACBA y centrado en descubrir colecciones privadas de música y memorabilia sonora.
Bueno, en definitiva, toda una utopía.
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